21 de Diciembre - Día del Espíritu de la Navidad

Muchos años antes de que se hiciera famosa la fecha del 21 de diciembre por el Calendario Maya, para mí ya era un día cargado de mucha energía positiva. Desde hace varios años he celebrado la llegada a la Tierra del Espíritu de la Navidad. Una energía muy especial que posee una alta vibración, y que según la tradición entra a todos los hogares que le dan la bienvenida, ofreciéndole abundancia, paz y amor para los próximos 12 meses.

La celebración del Espíritu de la Navidad tiene sus orígenes en una antigua tradición Celta que celebraba la llegada del invierno; actualmente llamamos a este fenómeno cósmico como Solsticio de Invierno y que tiene lugar cada 21 de diciembre en el Hemisferio Norte. (La palabra Solsticio significa Sol quieto)

El Solsticio de Invierno es el evento astronómico en donde nuestro planeta está más lejos del Sol, ocasionando que la Tierra experimente la noche más larga del año. Muchos pueblos antiguos creían que el Sol moría ese día. Por esa razón, en los pueblos Celtas se celebraba el triunfo de la luz sobre la oscuridad una vez que salía el Sol nuevamente. Era como el renacimiento del Sol. A partir de esta fecha los días empezaban a alargarse y esto se le atribuía al triunfo del Sol sobre las tinieblas.

Definitivamente, algo debe tener de especial esta fecha cuando vemos qué grandes civilizaciones como la Egipcia, Maya, Celtas, Aztecas e Incas, entre otras, celebraban este acontecimiento cósmico y hasta construyeron grandes monumentos alineados con la posición del Sol para aumentar la energía de este día.

Me gustaría aclarar que la celebración del Espíritu de la Navidad y la Navidad no son lo mismo, aunque ambas se celebren en fechas muy cercanas. La iglesia Católica no aprueba esta celebración por ser considerada como "pagana". Pero desde mi punto de vista estas dos tradiciones, el nacimiento de Jesús y el espíritu de la Navidad, no tienen por qué competir. Podemos celebrar la llegada del Espíritu de la Navidad de una forma muy simple y que no entre en conflicto con nuestras creencias.

Si buscan en internet se van a encontrar con una serie de rituales muy al estilo Nueva Era para celebrar este acontecimiento. Muchos usan velas de colores, inciensos, realizan cánticos, bailes y hasta se visten con unos colores específicos. Sin embargo, como yo no soy muy amigo de rituales muy estrictos, pienso que entre más simple sea algo, le podemos llegar a más personas.

A continuación les contaré cómo se recibe el espíritu de la navidad en mi hogar.
Lo primero que hacemos es abrir puertas y ventanas, es una forma simbólica que representa la bienvenida a nuestro hogar de esa maravillosa energía. Luego pelamos unas cuantas mandarinas y colocamos las conchas en varios sitios de la casa, para impregnar todo el hogar de este aroma tan especial y crear un ambiente propicio para recibir al Espíritu de la Navidad. Si lo desean, también pueden utilizar esencias de mandarinas. El aroma de la mandarina atrae la buena energía y los buenos deseos. Los griegos tenían la creencia que el aroma de mandarina es una fruta asociada a la abundancia y la prosperidad.

Por último, aprovechando la energía increíble de esta fecha, en una hoja de papel en blanco escribimos 12 peticiones para el próximo año. Al escribir las 12 peticiones para los próximos 12 meses no debemos olvidar que nuestro amor y generosidad deben ir dirigidos primeros por los demás y luego a nosotros mismos. Debemos hacer peticiones por la humanidad, por nuestro país, por nuestros amigos y familiares y por último para nosotros. Si se están preguntando cuantos deseos le debo dedicar a cada grupo, mi respuesta es simple. Busca en tu corazón, él te dará la respuesta.

Me gustaría aclarar que hacer un ritual más complejo no significa que se va a obtener mejores resultados. En realidad, lo importante es la energía que se logre generar al momento de realizar las peticiones y la intención que le transmitas a esas palabras. El simple acto de escribir nuestros buenos deseos se convierte en una especie de contrato con el Universo. Pero nunca debemos olvidar que somos nosotros mismos los que generamos nuestra realidad inmediata.

Los invito para que el 21 de diciembre visualicemos juntos como llega a nuestro planeta esa energía de amor, paz y armonía y que impregna a todos los habitantes de este bello mundo.

Gracias a todos por formar parte de mi realidad.
Les envío un abrazo energético.
Daniel López de Medrano
Escritor & Conferencista